Hoy siendo las 2:23 PM en mi
hermosa Barranquilla, mis dos pequeños príncipes están tomando su siesta, ya
termine temporalmente con las cosas pendientes del hogar, cielo nublado (lo cual resulta poco común),
después de una noche de lluvia… y por supuesto como ya estamos acostumbrados en esta ciudad… sin
luz (no pueden caer tres góticas, porque colapsa nuestro sistema eléctrico), me
doy cuenta que mi celular se descargó y literalmente me siento desconectada…
¿Cómo hemos permitido que nuestra conexión a la vida dependa de la tecnología
exclusivamente?
Y mi respuesta apareció pasado
algunos minutos, siendo las 2:33 PM mi ventilador se enciende repentinamente…
¿adivinen que fue lo primero que hice?... pues no! No puse a cargar el celular,
primero fui a ver a mis hijos para que estuviesen ventilados y luego Si! Si puse
a cargar mi aparato electrónico, pero esto no quiere decir que deje de meditar en
las consecuencias en nuestra vida cuando andamos conectados de manera errada,
sujetos a situaciones, personas, materiales e ideas que nos apartan de la
verdadera felicidad.
Tan pronto como el fluido
electivo llego a mi casa, de igual forma llego a mi mente la historia relatada
en Mateo 14:22-33, los 12 hombres más famosos de la historia, hombres de
diferentes clases sociales, con diferentes capacidades, hombres estudiados,
otros valientes pescadores, hombres de trabajo fuerte, pensadores y conocedores
de teológica, gritaban como suelen
hacerlo mis hijos cuando tienen miedo o están frente algo desconocido gritaron “Un
fantasma!!!” …. Santo Dios!!! ¿Acaso ellos no tenían el suficiente conocimiento
para saber que los fantasmas no existen? Más adelante surge otra situación,
pese a que Jesús se identificó el impulsivo Pedro quiso verificar dicha
información así que le pide a su maestro que le permita satisfacer su
curiosidad haciendo algo imposible para el hombre y desciende de la barca y
comienza a caminar sobre las aguas, tratando de ver más de cerca a Jesús se
distrae con el viento, lo cual era real, le dio miedo las circunstancias
adversad del clima, lo cual era muy real,
y dejo de mirar hacia lo más importante, que aunque con borrosa imagen,
era más poderoso que cualquier situación agonizante a su alrededor , el
resultado fue el hundimiento inminente.
Sabes? No se necesita estar con
malas compañías, no se necesita estar consumiendo drogas o ser adicto a
cualquier cosa, no se necesita ser un delincuente para llegar al “inminente
hundimiento” solo se necesita apartar tu mirada de DIOS. No le pasa
exclusivamente a las personas que no
asisten a la iglesia, que no leen la biblia, no oran. También le pasa a las
personas que como los 12 caminaban con Jesus, pero que solo un momento alejaron
su mirada, de aquel quien ya les había demostrado cuanto los amaba, quien ya
había intercedido por nosotros.
No alcanzo a imaginar la tremenda
angustia de pedro al decir “¡¡Señor, sálvame!!”, supongo que su clamor iba más
de los hechos que lo rodeaban, pues siendo un hombre cuyo oficio se
desarrollaba en las inciertas aguas... debió haber pasado por situaciones
parecidas, sin embargo su desespero es semejante al de aquel quien estuvo en
puerto seguro, aquel quien fijo sus ojos en el camino, la verdad y la vida, en
el que había provisto alimento para más de cinco mil personas… solo por desviar
la mirada de Jesús.
Hoy es el día. No es mañana, no
es mas tarde, es ahora, es el momento de alzar la vista al cielo y recordar
como Dios te ha dado tanto, de tan poquito… como ha provisto de manera
inexplicable, pudiste haber desconfiado, pudiste haber fallado, tal vez el
miedo te tiene paralizado, pero recuerda que cristo te extiende su fuerte brazo
y te invita a subir de nuevo a su barca, el te llevara a puerto seguro
nuevamente, te llevara al otro lado del Rio donde hay paz, donde hay felicidad
sin fin.
Recuerda que el cielo siempre es
azul, tú eliges el tono para contrastar en este día.
Bendecido día!
DianaMeM.
@CompartiendoConVida
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